Hoy salí a caminar a modo de procesión con un gran grupo de feligreses, por los alrededores del Lago San Roque, en Villa Carlos Paz (Lugar en donde estamos construyendo un templo) en un momento, tuve la oportunidad de observar a un motociclista, que venía usando su teléfono, y de pronto se ve que no se dio cuenta, pero había cruzado en rojo.
Después vi una señora con dos hijos, de los cuales, uno de aproximadamente dos años estaba chupando una piedra de suelo. Todos corregiríamos a nuestros hijos en una situación así, sin embargo esta señora prefirió seguir usando su celular.
Y lo que más me fastidió fue ver a un adolescente fotografiar los pechos de una mujer con un smartphone sin que ésta lo notara, ya que al tener la cámara de su celular un gran zoom, éste se encontraba muy lejos y no lograba ser avistado por la señora.
Como pastor, pienso que éstas situaciones son netamente obras del diablo, demonio, Satanás o como quieran llamarle.
Por eso les pido que oren por todas esas personas que descuidan su vida por estar esclavizadas por un teléfono celular o smartphone.
Dios los bendiga, Isaac.

No hay comentarios:
Publicar un comentario